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Efemérides

1 de Agosto "Día de San Alfonso"

Publicado el 1 de agosto de 2021

“¡Mundo, te conozco! ¡Adiós, tribunales!”

 

Efemérides 1 de agosto “San Alfonso María de Ligorio”

San Alfonso nació cerca de Nápoles el 27 de septiembre de 1696. Siendo aún niño fue visitado por San Francisco Jerónimo el cual lo bendijo y predijo para él grandes bendiciones y sabiduría. A los 16 años, caso excepcional obtiene el grado de doctor en ambos derechos, civil y canónico, con notas sobresalientes en todos sus estudios. Con una amplia cultura en los campos artístico, científico y musical. Su fe, asumida de manera natural en el entorno familiar, se alimentaba en los grupos juveniles que acompañaban los Padres Filipenses -Girolamini- y en el compromiso con los enfermos del Hospital de los Incurables, que visitaba cada día.

Fue un abogado de éxito, por juventud y preparación, pero pierde un juicio amañado desde el principio, y se pregunta por el sentido de su vida. Sus palabras al salir del juicio: “¡Mundo, te conozco! ¡Adiós, tribunales!” están hoy en día escritas en una de las paredes del Palacio de Justicia de Nápoles. Alfonso experimenta la llamada de Dios, y decide responder haciéndose sacerdote. Renunció a su profesión e inició los estudios eclesiásticos, a pesar de la fuerte oposición paterna. El 21 de diciembre de 1726 recibió la ordenación sacerdotal. Tenía 30 años.

Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombre estás noche y día en este sacramento, lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte: creo que estás presente en el sacramento del altar. Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes que me has hecho, y especialmente por haberte dado tú mismo en este sacramento, por haberme concedido por mi abogada a tu amantísima Madre y haberme llamado a visitarte en esta iglesia.

Adoro ahora a tu Santísimo corazón y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en acción de gracias por este insigne beneficio; en segundo lugar, para resarcirte de todas las injurias que recibes de tus enemigos en este sacramento; y finalmente, deseando adorarte con esta visita en todos los lugares de la tierra donde estás sacramentado con menos culto y abandono.

Amén.